Por: Kir Ortiz @ jueves, 25 de febrero de 2010
Alucinante propuesta la que están llevando a cabo los miembros de un poderoso lobby del copyright estadounidense llamado IIPA. Están tratando de convencer al gobierno de los Estados Unidos de que el software de código abierto representa una grave amenaza a los derechos de autor y, por ende, al capitalismo y al país entero. Pretenden demonizar el uso del software libre por considerarlo una especie de eje del mal sobre el que gravitan todos los males de la industria relacionada con la propiedad intelectual.
Esta organización va a ser recordada durante mucho tiempo; tanto como la Inquisición española, quizá. Atentos a los desmanes de La Alianza de Propiedad Intelectual Internacional (IIPA) que reúne entre sus filas a las más importantes compañías relacionadas con el software, televisión, música y cine. Ya se hicieron famosos por diseñar un acuerdo diabólico llamado ACTA donde agrupaban toda una serie de medidas de carácter represivo que trataban de recortar dramáticamente todo tipo de derechos fundamentales para acabar con la piratería. Aquel documento quedó bajo la superficie de la opinión pública una vez acabó el escándalo inicial pero siguen trabajando para convertir sus directrices en leyes oficiales de todos los países que entren en el acuerdo.
Entre sus amenazantes ideas aparecen listas negras como la Special 301 donde incluyen a todos aquellos países que no atentan contra los derechos de los individuos a costa de proteger los derechos de propiedad intelectual. España se encuentra en esa lista y la presión para salir de ella les puede llevar a aprobar leyes restrictivas contra los ciudadanos que, de seguir en esa línea, generarán revueltas públicas y drásticos cambios de intención de voto.
La Alianza no hace prisioneros y pretende convencer a los gobiernos no sólo de que la piratería exige métodos tiránicos para acabar con ella, sino que incluso sataniza el software libre por considerarlo enemigo cerval de la propiedad intelectual y, por consiguiente, de las bases del capitalismo. Realizan un delirante salto lógico entre el uso de los programas de código abierto y las descargas ilegales de internet, convirtiendo a todo programa que sea catalogado como "libre" en un método maligno para socavar la economía mundial. Esto se traduce en que todo aquel país que se atreva a aconsejar oficialmente el uso del software libre, será sometido a revisión para incluirlo en la lista negra Special 301, como ya han hecho con Indonesia, India y Brasil.
La obsesión de la industria del copyright está alcanzando cotas de esquizofrenia paranoide. Disparan sobre sus propias compañias socias que se encuentran diseñando programas de código abierto para explotarlos bajo nuevos modelos de negocio y, de paso, convierten en proscritos a los países que tratan de promocionar uno de los aportes más esperanzadores del Siglo 21, el software libre. Definitivamente, han perdido los papeles, quizá poseídos por alguna entidad demoníaca (estos sí). A esta Alianza oscura sólo queda decirle una cosa: Vade Retro, Satanás.